Iacobus Eleazar Introducción Hoy nos toca hablar del signo de socorro, signo que se le entrega al maestro masón el día de su exaltación, y del que no se ha escrito mucho en las fuentes bibliográficas tradicionales a las que usualmente solemos recurrir. Nuestro ritual de exaltación tampoco se explaya demasiado al respecto, y solo nos dice que: “Consiste en levantar las dos manos, con los dedos entrelazados, las palmas al revés por encima de la cabeza (formando un triángulo cuya base está formada por los hombros) exclamando, en caso que sea de noche, ¡A mí los hijos de la Viuda!” Por otra parte, encontramos algo más de información en el catecismo del grado, el cual nos aporta con la siguiente pregunta: - “P: ¿Qué harías si, estando en gran peligro, reclamáis la ayuda de vuestros Hermanos? - R: Se ejecuta el “Signo de Socorro” exclamando: A:.M:.H:.D:.L:.V:. El Muy Respetable Maestro y vuestros Hermanos, no dejarán jamás de responder a vuestra llamada” En es
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